Cambiar la cultura corporativa sin perder la herencia positiva, un camino que comienza en los procesos

Alcanzar una transformación digital completa y eficaz implica la modificación de nuestra cultura corporativa

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La andadura hacia la transformación digital de las organizaciones implica un cambio en la cultura corporativa. Son los nuevos procesos los que nos guían hacia esa nueva cultura que tratamos de alcanzar pero debemos ser conscientes de que, para emprender este camino, debemos comenzar desde los cimientos, manteniendo siempre la esencia de nuestra organización.

Alterar por completo la cultura corporativa no es el procedimiento a seguir para alcanzar el cambio. Resulta fundamental mantener ese cordón umbilical entre pasado y futuro como cimiento de lo que queremos conseguir. Los movimientos radicales respecto a la cultura suelen estar destinados al fracaso.

Es importante saber que la transformación de la cultura corporativa no se alcanza alterando tan solo la visión o el propósito de nuestra organización. Es indispensable que este cambio baje hasta las operaciones, añadiendo así capas a la cultura existente. Además, debemos ser nosotros mismos quienes desarrollemos nuevos procesos que sustituyan a los hasta ahora empleados en la realización de las acciones cotidianas.

Nuevos procesos y rituales

 Más allá de mensajes sobre el futuro, los cambios de cultura se sustentan en cambios de procesos. Y entendemos por procesos las formas de hacer las cosas y no sólo ese aspecto burocrático y rígido con que terminan los malos procesos. Nos referimos a cómo esas maneras de hacer las cosas se sustentan en rituales que a su vez generan símbolos y que fundamentan emociones. Y precisamente esos símbolos y emociones son los que construyen una cultura corporativa.

¿En qué se traduce esto? En objetivos de negocio que para cumplirse necesitan formas de acercarse a ellos (por ejemplo converger en estrategias) que se articulan en determinadas reuniones (procesos) donde se acuerdan métricas (símbolos) que se determinan a través de la compatición libre de propuestas en un preciso formato de presentación y explicación (ritual) y que desembocan en un espíritu de construcción positiva de proyectos (emociones).

Asentado este proceso, estamos construyendo una cultura nueva de expresión libre y constructiva sin jerarquías que nos ayudará a navegar más eficientemente la era digital.

La cultura corporativa refleja el espíritu de nuestra compañía, su forma de pensar y su forma de proceder. Las metodologías se convierten así en un valor indispensable para alcanzar el cambio con éxito . Transformar nuestra cultura corporativa es fundamental para que la adaptación de nuestra organización a la era digital sea completa y eficaz.

 

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